AKRA

AKRA

jueves, 1 de noviembre de 2018

Si es flexible, es mejor


Siempre me ha encantado llevar todo al extremo y lo he disfrutado muy bien hasta terminar chupándome los dedos. Cuando todo se acababa sentía un placer, luego aparecía el sentimiento de culpa y me preguntaba ¿Por qué lo hice?
“Comer de todo no es sano” me hacía hincapié mi madre, diciéndome sutilmente que estaba comiendo demasiado y que eso me pasaría factura y no se equivocó, de aquella época a la actual, subí como 10 kilos, aquellos que estorban, irritan, estresan y además de todo, incomodan y entristecen. “No quiero engordar pero quiero comer”, entre rabietas me recriminaba, sin embargo hacer dieta o ejercicio no era lo mío, pensaba que eso significaría morir en el intento de bajar de peso, sin embargo estaba equivocada, ahora me río de todas las cosas que pensé sin conocer la realidad a fondo.
Visité uno y otro doctor,  sentía que algunos me engañaban y me consolaban por lo mal que me sentía con mi peso, hasta que llegué a la persona indicada que me ayudó a mejorar mi estilo de vida. Entendí que dieta es equivalente a una alimentación saludable, que consiste en dar al cuerpo los nutrientes necesarios, sin obsesiones ni restricciones innecesarias. Mi nutricionista me explicó  la importancia del agua y me recordó que debo moverme con más frecuencia y accedí a hacer ejercicios y sudar rico, tanto que ahora me siento extraña cuando no lo hago.
En este punto apareció la flexibilidad y no me refiero a algún movimiento elástico del kamazutra, claro que  no, sino más bien a no seguir un régimen alimenticio que te prive de todo, sino de que comas de todo pero de manera inteligente, es decir, prefiero un buen pedazo de pollo a la brasa con ensalada, que una hamburguesa con las cremas chorreando; si por la tarde tengo antojos puedo comer un chocolate en vez de una gaseosa; puedo elegir un batido de frutas y sacar de mi lista un pastel con crema chantillí. Como ves todo es cuestión de elección, porque al final del partido, estarás satisfecho pero sin antojos innecesarios.
La alimentación saludable es un éxito, se basa en una alimentación rica y equilibrada, la cual  mejorará nuestra condición física y nuestro sistema inmunológico, así como incrementará nuestra felicidad.
Además, previene gripes y resfriados: Comer saludablemente hará que nuestro cuerpo se encuentre más sano y pueda combatir de forma más eficiente los virus que puedan enfermarnos.
Mejora nuestro bienestar y nuestra calidad de vida: Las comidas rápidas o ricas en grasas saturadas (comida chatarra) suelen tener un proceso de elaboración muy insalubre, lo cual afectará a nuestra salud a largo plazo y supondrá un malestar en el día a día. Al contrario de la alimentación saludable que te aporta vitalidad y ganas de desarrollar tus actividades diarias.
Energía extra: Los alimentos ricos en proteínas, tales como el huevo o la carne, pueden darnos mucha energía, que nos ayudará a afrontar con más ganas y entusiasmo el día. Además, al poseer más energía, el cuerpo nos exigirá una mayor actividad con el objetivo de quemarla, así no solo mejoraremos nuestra alimentación, sino que también incrementaremos el ejercicio físico.
Vivir más años: Una comida sana bien balanceada ayudará no solo a vivir más años, sino a hacerlo mejor, brindando calidad de vida.
Reduce el estrés: Ciertos alimentos tienen la capacidad de moderar la producción de cortisol causante del estrés en el organismo. En una dieta saludable algunos alimentos  que contienen vitamina C como las naranjas, ácidos omega 3 y magnesio ayudan a reducir el estrés.
Así que, si estás buscando equilibrar tu vida, estar más activo y controlar tu peso para verte mejor y estar mejor, nada mejor que una dieta saludable. No se trata de restringirse en comer, sino en aprender a comer.
Aprende a comer sano y recuerda, mientras más flexible, es mejor, porque de vez en cuando pecar está permitido…… ¡Sexo y chocolate, por favor!






¿Anfitrión o cornudo?


En algún momento de nuestras vidas hemos conocido a esa persona que se esmera en atender a sus invitados, en su casa es quien se preocupa porque no les falte nada y estén satisfechos. En pocas palabras es un excelente anfitrión…pero en realidad ¿Sabes qué significa ser un buen anfitrión?
Sumergiéndome en las redes sociales, entre una y otra página encontré información realmente sorprendente, al principio pensé que todo se trataba de una casualidad o de información falsa que a muchas personas les encanta publicar, sin embargo cada vez todo tenía más sustento y si de historia hablamos, aquí les va un poco de lo que quizás desconocías al igual que yo.
El origen de la palabra anfitrión que hoy en día hace referencia a aquellas personas que atienden de lo mejor a sus invitados en sus casas, nos sumerge en la mitología griega… ¿por qué?
Anfitrión fue un importante general del siglo II a.c., casado con una mujer muy bella llamada Alcmena. Tal era su belleza que el mismo dios Zeus se enamoró de ella. En una de las ausencias de Anfitrión por las guerras, el  dios Zeus adoptó la forma de Anfitrión y se acostó con Almena, noche tras noche, quedando embarazada.  Al regresar de la guerra, Anfitrión se alborotó con el embarazo de Alcmena porque evidentemente dudaba de su fidelidad.
Cegado por los celos y el engaño, Anfitrión persiguió a su mujer para matarla, cuando estuvo a punto de acabar con la vida de su amada, el dios Zeus intervino y confesó a Anfitrión lo que había sucedido. Ante tal declaración, Anfitrión reaccionó de la mejor manera,  se puso contento por ser el marido de una mujer escogida por el dios Zeus para tener sexo.
De todas aquellas noches de placer entre el dios Zeus y la esposa de Anfitrión, nació el semidiós Hércules. A partir de ese momento el término "Anfitrión" pasó a tener el sentido de: "Aquél que recibe en su casa".
Entonces entendemos que Anfitrión es el que invita y complace, dando la máxima felicidad a su invitado. Mi madre me solía decir: “Deberías aprender a ser una buena anfitriona”, haciendo referencia a acoger bien en casa  y compartir con los invitados. Pero ahora que conozco bien el origen de la palabra Anfitrión, respiro aliviada de no haber sido tan buena en eso, ni haber hecho caso a mi madre, porque de lo contrario ahora  estaría espantada.
Sin duda en estos tiempos ya no se ven muchos anfitriones serviciales, lo que sí abundan son los anfitriones que comparten a su pareja, pero no con dioses sino con el vecino, esos anfitriones son más conocidos como cornudos, lo irónico es que son felices y eso para ellos es suficiente. A veces la historia puede hacernos volar en el tiempo y causarnos hasta problemas en la actualidad.
Entonces, si alguien te dice que eres un buen anfitrión, mándalo a rodar  y por si las dudas, abre los ojos y ponte atento y vigila a tu pareja, no vaya a ser que algún dios esté atendiéndola muy bien…

¿Anfitrión o Cornudo? Y tú ¿Cuál eres?…




El sexo no nos vuelve locas





A veces las mujeres no quieren  “Ni chicha, ni limonada”. Hay días complicados y el deseo se apodera del cuerpo, dan unas ganas de ir a la cama, pero no por sexo, sino por una buena maratón de cura de sueño.

Cuando una mujer no es la sonriente y empieza a estresarse, como todo ser humano, los adjetivos que empiezan a aparecer entre murmullos de los compañeros de trabajo y amigos son: “Está con su regla”, “Debe ser el síndrome pre-menstrual”, “Quizás sea una menopausia temprana”, “La dejó su marido”, “Debe estar con la depre”, “Le falta su agarre”, “Le falta sexo”,  “Le falta un hombre de verdad”, en fin, le FALTA SEXO para que sea feliz, entre otras bravuconadas. Y todo alrededor de la mujer; y sus emociones tienen que ver exclusivamente con el sexo y sus variantes.

Para ellos, nosotras somos locas, complicadas, alteradas y emocionales. Así, de la nada, lo dicen tan sueltos de huesos y tan seguido, tanto hombres como mujeres ante la más mínima alteración de “Cómo se comporta una persona normal”, ¡zas!, aparece de inmediato calificativos que nos reduce a un ser que está trastornada por la falta de sexo.

Sin embargo, cuando esto le sucede al hombre, las reacciones no son las mismas. Los mismos hombres y mujeres al percibir en un hombre alguna alteración en su conducta piensan: “Debe estar pasando por un problema, por un mal momento o está teniendo un mal día”. Esto se traduce así: “Debe estar estresado”, “Tiene problemas de dinero”, “Trabaja demasiado ¿Así quién no se cansa?”, “Quizás le robaron”, “Debe ser su familia”, “Dicen que su mamá ya está en las últimas”, “¡Cáncer a la próstata, Diabetes, la calvicie!”, “Su novia está con él por interés”

Acaso alguien piensa: “Debe ser una especie de climaterio avanzado”, “Su mujer ya no quiere tener sexo con él, porque es aburrido en la cama”, “Nadie quiere tener sexo con él”, “No es bueno en la cama”, “Ya no le dan bola las mujeres”,  “Se ha dado cuenta que en lo que se refiere al amor y al sexo, es un fracasado”, “Le falta una mujer con urgencia”, “Le falta sexo, en definitiva le falta sexo”.

Según el juicio popular, a las mujeres nos tiene y mantiene locas el sexo o la falta de sexo. A los hombres, en cambio, les alteran las cosas realmente importantes de la vida como el trabajo, la carrera, los estudios, la economía, la salud y la familia.

Se dice que los hombres son más prácticos y que usan su lado racional, mientras nosotras usamos el drama, la depre, la verborrea excesiva, la dependencia crónica de tormentos diarios y nuestro popular lado emocional. Conozco muchas excepciones a esta supuesta regla. Hay hombres más complicados y densos.

Los hombres no necesiten sexo para resolver sus paltas existenciales, un buen psicoanalista, quizás. Pero mis oídos aburridos jamás me han hecho decir: ya olvídate hombre, lo que necesitas es salir y levantarte a alguien.

Somos tan complejas como cualquier otro ser humano, no importa el sexo ni la orientación sexual. Todos tenemos problemas, malos momentos, malos días, malas temporadas o hasta un mal año (o quizás toda una década). Muchos necesitamos hablar de lo que nos ocurre para ver más claro, otros lo procesan en silencio y aunque la procesión vaya por dentro, por fuera no hay una carita feliz, porque simplemente no podemos ser caritas felices todo el tiempo. Qué dolor de mandíbula daría eso.

Si un revolcón es la medicina perfecta para que las mujeres dejen de hacer tanto problema y joder con sus rollos, entonces la vida es más fácil de lo que yo pensaba. El hombre sí tiene problemas serios y yo que pensaba que estábamos en desventaja.

Así es que, muchachos de todas las generaciones ya sabemos que el sexo tampoco es para volvernos locas.


Solo un milagro nos puede salvar



Me persigno con la mano temblorosa,  con la “piel de gallina” y con el corazón acelerado. Me arrodillo y lloro, me seco las lágrimas y  pido por ti, por mí, por ellos, por todos.

Siguen muriendo niños por falta de atención en los hospitales. Las calles se tiñen de sangre. El acoso sexual y la violencia a la mujer cada vez se incrementan descaradamente. Se sigue deforestando la selva sin piedad.  La sociedad es más intolerante. El chino Fujimori volverá a la cárcel y sin embargo la corrupción  no tiene cuando acabar.

En el Perú estamos viviendo la vida al límite, todo es inseguro. Te pueden atracar con pistola, con cuchillo o secuestrar y hasta matar. El fraude es pan de cada día y la delincuencia llega como delivery hasta la puerta de tu casa. Es decir: “Estamos jodidos”.

Parece que la vida no importa nada, tomar bebidas alcohólicas sin medir las consecuencias es algo tan común, tan común como manejar en estado de ebriedad, tan común como ocasionar un accidente y tan común como perder la vida, todo es tan común. Las noticias negativas invaden los medios de comunicación y todo siempre es normal. No nos horrorizamos, no nos arrepentimos, simplemente: Seguimos sobreviviendo.

Por si fuera poco, la desconfianza se ha multiplicado y se ha instalado en la vida. La elección del mal menor se ha convertido en una práctica diaria y resulta casi siempre ser inevitable, un método que nos permite subsistir, por eso cada quien suele protegerse dentro de una burbuja. Nos volvemos ciegos, sordos y mudos.

La miseria política es la mediocridad de la oferta política. No existe bienestar sostenible y compartido, porque la contaminación política sigue afectando a una ciudadanía que,  con gran paradoja, la alienta o tolera.

Y en medio de la miseria política, los ciudadanos terminamos por resignarnos y elegir al que es más regalón. No solo estamos recargados de propaganda política sino que además de eso tenemos que aguantar “trolls” (ayayeros de políticos) que se comportan como matones cuando alguien simplemente no piensa como ellos. Eso es algo realmente estúpido porque pasado el proceso electoral ya no habrá quien financie sus ataques, si el candadito pierde se quedan sin trabajo y si gana estoy segura que no los contratarán más que para hacer el trabajo sucio o barato.

Por fin acaba este circo electoral, el domingo son las elecciones y tendremos los representantes que merecemos porque son los que elegiremos. Si por mala suerte no se han decidido, es probable que nos vayamos a segunda vuelta y tendremos una buena temporada de ataques, insultos, audios, revanchas, dinero por aquí y dinero por allá.

Que el Señor de los Milagros se apiade de todos nosotros, que el turrón de doña Pepa nos endulce la vida, que el color morado de alegría a nuestra existencia…Llegó la hora y lo único que queda decir es que: “SOLO UN MILAGRO NOS PUEDE SALVAR”…

“Si hay boda, hay despedida”


Hace años siempre me imaginé que esta noche sería sumamente caliente, divertida e inolvidable, pero mis expectativas fueron superadas, lo disfruté y lo volvería a hacer.
“Si hay boda, hay despedida” me gritan un par de amigas desesperadas por una noche secreta y húmeda, en donde indudablemente no debe faltar alcohol, música y un par de músculos semidesnudos que alboroten nuestras hormonas. Pero, como los años no pasan en vano, los gustos tampoco se quedan atrás, así que todo ese globo de emociones calientes se desvanecieron porque simplemente: “NO QUIERO HOMBRES DESNUDOS BAILÁNDOME”.
Muchas de mis amigas se quedaron en shock al tener una respuesta negativa y casi se desmayan cuando les dije que prefería una noche más tranquila porque me estaba guardando para terminar ebria en mi boda. Todo esto fue sorpresa para ellas, porque años atrás mis cumpleaños tenían su esencia y hasta la torta tenía su toque caliente, por eso comprendo que el cambio fue chocante para mis amigas y para muchos más.
Cuando observé sus rostros de descontento, me sentí desactualizada, aburrida y vieja, pero, ¡total! ¿Quién quiere que un striper que le ensucie de sudor en una noche que encima es remunerada? O sea no, ya no estoy para esos trotes.
Sí, en solo dos días me caso y me estoy despidiendo de mi tan adorada soltería, aquella que he atesorado con cariño en todos mis años mozos, debería ser una fecha para disfrutarla al máximo y todos piensan en desenfreno, pero no, prefiero disfrutarlo bien y eso no implica tener un hombre desnudo encima mío y al día siguiente tener que aguantar la resaca y la culpa por lo disfrutado.
No y no, despedirse de la soltería tiene un significado especial, sin duda dar el sí y dar el paso tan importante que es el matrimonio, es una decisión que merece ser celebrada.
Por eso, cada uno de estos días de cuenta regresiva ando pensando en todo lo que dejo, pero eso no me asusta, al contrario, ME EMOCIONA, porque sé que esta nueva vida en la que estoy a punto de embarcarme es como es viaje tan esperado a un lugar que desconozco, pero que de todas maneras disfrutaré y que tiene pasaje de ida y vuelta, pero con compañía al costado, con alguien que se supone es tu compañero, no tu dueño; es tu amor, no tu media naranja; es tu complemento, no simplemente un decorativo; es tu esposo, ese verdadero amor que tiene que durar toda la vida, porque no tiene fecha de caducidad.
Por eso, dejen de preguntar si en mi despedida de soltera tendré hombres en hilo dental, porque ¡NO!, no será así, la calentura queda atrás por estos días y prepárense para disfrutar de la boda, que esa sí promete ser una noche especial.
Mientras tanto: “Adiós soltería,  prometo disfrutar de este viaje para que haya valido la pena tanta felicidad contigo todo estos años”
“Si hay boda, hay despedida” ¡Claro! nos despedimos de lo bueno y nos preparamos para lo mejor…

Quien paga al mariachi, escoge las canciones



 “Descarado”, “mantenido”, “abusador” o algo más free y europeo: “Gigoló”, el  nombre que le quieras dar es lo de menos; la realidad es que son unos tremendos estafadores emocionales, que no sólo la pasan lindo, sino que engordan su billetera en base al dinero de otra, normalmente la ingenua del año.

Se me escarapela la piel con pensar  que hay personas que piensan que los sentimientos son mercancía con la que se puede “negociar”. En el comercio se puede negociar, pero en las relaciones de pareja se llegan a acuerdos, no a negocios.

¿Cuál es la diferencia?  En  la mente de algunos hombres el único recurso que cree tener para salir adelante en la vida es su físico, su desempeño en fingir ser el “niño bueno”, el “no mato ni una mosca”, el “yo no fui”, “el sufrido”, esa es su astucia para hacer malabares y así poder salirse con la suya, es decir, obtener un beneficio económico.

¡Prehistóricos! Éstos hombres tienen de autoestima y dignidad lo que una mujer tiene  de avestruz, es decir: ¡NADA! (A menos que elijas meter la cabeza en la tierra para no querer ver, pero te aviso, el que no veas, no significa que no exista una realidad o que no está sucediendo).

Lo mismo sucede con las mujeres que se permiten estar financiando el amor, imagina cuál puede ser su auto concepto, su soledad y su emergencia emocional para que se conformen con “arrendar” la compañía de alguien.

Observa la diferencia que hay entre una compañía y un compañero.
Compañía te la puede hacer tu mascota, la radio y la televisión, pero no confundas el distraerte con  sentirte acompañada de un verdadero compañero.
A ninguna mujer le gusta enterarse que está alquilando a su galán y ningún hombre quiere ser expuesto como estafador emocional.

Los mantenidos, abusadores, conchudos o gigolós son expertos en querer bajarte el cielo, las estrellas y todo el firmamento, pero en realidad lo único que te quieren bajar son los calzones y naturalmente “bajarte la cartera”.

¿Cómo identificar si tu “galán” es o no un estafador emocional?
Lo primero es que estés dispuesta a querer ver la realidad y no te vendas la trillada historia de “mi amor hará que cambie y me ame.” Una de las características de los gigolós es que pasan mucho tiempo en victimilandia. Corrección: No pasan mucho tiempo ahí, viven  permanentemente ahí, en palco y con todos los lujos.

He conocido varios de estos, desde amigos, conocidos, enamorados de mis amigas, enamorados de las amigas de mis amigas y hasta uno que otro cuñado que tuve por ahí, estos angelitos son expertos en narrar y contarte “lo mal que les ha ido en los trabajos, la mala suerte que tienen, lo injusta que es la vida con ellos, que nadie valora sus talentos como tú” y sin son conchudos de las grandes ligas, es probable que hasta casados sean y te digan que su esposa es una arpía, tirana y que lo tiene amedrentado en que no le permitirán volver a ver a sus hijos si no paga de forma inmediata “esto o aquello” ¿Y qué crees?  Ellos  se salen con la suya y tú “aflojas la billetera”.

Mujercitas ingenuas, no se confundan,  una cosa es apoyar en una relación y tener detalles con “tu pareja” y otra muy distinta es resolverle la vida a tu estafador emocional. Lo único que estarás haciendo es contribuir su holgazanería y mediocridad, y en ti como es común seguirás alimentando tu vacío interior, tendrás  compañía que te ayude a gastar el dinero de la billetera.

Los estafadores emocionales tienen un imán integrado para detectar a las mujeres “necesitadas” y muy a menudo tienen a más de una amante para lograr sacar su “cuota mensual” , sinceramente conchudos, porque la carta la tienen sobre la mesa, irónicamente casi nunca piden, sólo persuaden para que la lástima sea quien saque el dinero para verlos felices y contentos. ¡Desgraciados!.

Siempre he pensado que una persona debe aprender a valorarse, estar soltera no debe significar estar derrotada o vacía, es parte de un enriquecimiento espiritual para aprender a conocerse. Deben aprender a valorarse y quererse, pues si no lo hacen, ningún hijo del vecino podrá hacer, y es ahí que son presa fácil para ser engañadas y exprimidas económicamente, pues cuando no tengan nada, adiós, adiós pajarito. Y si a las finales quieres  estar con él, adelante, es tu opción (triste opción), es tu dinero, es tu tiempo, es tu dignidad.

Una mala relación es como un carro sin gasolina, por más que te quedes dentro de él ¡No te llevará a ningún lado! 

A las finales, “Quien paga al mariachi, escoge las  canciones”

Buen fin de semana…


Lee y luego opina



Tocarlo es fascinante. Una vez que empiezo no hay quien me detenga. A solas siempre es mejor pero con compañía, la aventura resulta más fascinante. Sin duda, una buena lectura no le hace mal a nadie.
Desde  niña he tenido romances con las historias ficticias que leía en los libros que mi mamá solía guardar en la sala de la casa, desde historietas, cuentos y novelas fantasiosas.  Me sumergía en un mundo, mi mundo ideal, empezaba a imaginarme todo lo que mis ojos capturaban entre letras de las páginas. Con el tiempo eso no pasó de moda, sólo que empecé a optar por otro tipo de lectura, acompañada de un café y con distintas emociones que se tornaban  de otro color.

Con la llega de las redes sociales, el hábito de la lectura se ha digitalizado y en algunos casos, se ha extinguido. Mencionar la palabra libro es motivo de que cambien de conversación, se rían o se alejen para conversar con otras personas, algunos con risa incluida sentencian diciendo: “No me gusta leer, me parece aburrido”. No, no es broma, lo he vivido en carne propia con mis sobrinas que viven como “zombis” en el celular.

Es realmente increíble cómo la literatura ha sido devaluada en estos días, en especial por los jóvenes. La sociedad ha sufrido un cambio de 360 grados, una transformación intelectual más fuerte que nunca. Sin embargo, son estos mismos jóvenes que empiezan a ejercer un comportamiento desatinado en las redes sociales, resaltando su horrorosa ortografía y con comprensión crítica por los suelos, lo más curioso es que a ellos eso no les importa, porque simplemente son modernos y tienen onda, prefieren seguir dando “like” a comentarios sin fundamento que solamente generan corriente de opinión negativa frente a temas en donde su ignorancia es protagónica.

La realidad es triste y difícil de aceptar para aquellos que amamos los libros. Que la literatura pueda morir es un hecho que entristece, porque por un lado un sector pide cultura de lectura, arte y deporte, pero no hace nada para propiciarlo y por otro lado, los medios de comunicación ofrecen lo que vende y por lo general, solamente es basura, que ocasiona hombres y mujeres no pensantes, que con el tiempo creen saber mucho, pero no saben nada y no hacen nada.


“Ningún libro es bueno si se lee sin ganas”, eso siempre me decía mi mamá, quien es docente y amante de los libros como yo. Entonces si para leer se necesita tener ganas ¿Cuál es la solución para que los jóvenes se interesen en la lectura? Una pregunta, que espera tener respuestas rápidas.

Quedarnos conformes con lo que nos brinda la sociedad, los medios de comunicación y el gobierno de un país, es quedarse con pura basura. El arte como la literatura son ejes principales para que la juventud sea el presente del país  y con ello artífices de un futuro mejor. Necesitamos tener menos discotecas y más espacios literarios, donde se pueda tener tertulias que  incentiven a amar la lectura.

Los niños deben tener en sus manos libros, no celulares. Hay que dejar de entretenerlos con videos infantiles y películas, aunque de momento parezcan útiles, no hacen nada más que acercarlos al peligroso círculo de los ENEMIGOS DE LOS LIBROS. Los libros son una herramienta para mejorar el estado de la juventud y su relación con positivo con el mundo, cosa que sin duda alguna se necesita.

Aplaudo las iniciativas de algunos artistas que vienen promoviendo el arte. No esperemos que las autoridades nos hagan todo, cuando sabemos que en casa se forman a grandes hombres y mujeres.

Los libros representan una gran oportunidad de conocimiento, relajación y de alejarse de realidades crueles para sumergirse en un mundo de ideas, enseñanzas, reflexiones, ejemplos de vida, etc. que aportan al crecimiento integral de la persona.

Sabiendo más, tendríamos una sociedad libre de violencia, delincuencia y enfermedad. El mundo no quiere opinólogos que critiquen eventos de aniversario, lo que se necesita son personas que aporten con hechos el desarrollo de su sociedad.

Mientras tanto, tú, deja de criticar y empieza a leer, es más fácil, cuesta menos y te da mucho…


¿Crees que sabes? Lee y luego opina