AKRA

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jueves, 1 de noviembre de 2018

Yo quiero una buena parada…



Siempre me han gustado. Me emocionada cuando se acercaba el momento, me ponía la mejor ropa y brincaba de alegría. Verlos me aceleraba el corazón pero tocarlos me llevaba al éxtasis. Sí, las paradas militares en fiestas patrias, era la fecha más esperada. ¡Me encantaba!

Perú, país en donde ser cholo y serrano es ser ignorante y asqueroso. Donde  la mujer de la selva es sinónimo de fácil. Donde ser blanco y  ser “pituco” te da el derecho de denigrar al resto. Un país donde los políticos nos roban y seguimos votando por ellos.  Una patria donde horroriza más los homosexuales que la corrupción. Si esto te indigna, entonces todavía amas al Perú y a su gente.

Hoy tendremos la tradicional parada militar y por lo general todo se desarrolla fenomenalmente, los estudiantes desfilan elegantes igual que sus profesores, portan sus escarapelas y los militares con sus trajes rinden homenaje a la bandera. Pero este año, nada será igual, la población no tiene ningún tipo de motivación después de observar como descaradamente se resuelven  favores políticos y se revelan audios que pone en evidencia la corrupción sin maquillaje, convirtiéndose todo en un juego de quien roba más.

¿Amamos al Perú? Somos hipócritas, no se ama un país dos días al año, por colgar una bandera por un mes afuera de tu casa y ponerte escarapela para ir al trabajo o al colegio, eso no te vuelve un ciudadano que ama y respeta a su patria. Amaremos al Perú cuando pensemos bien antes de emitir un voto, cuando seamos capaces de actuar y expulsar a todos los corruptos y no solamente indignarnos en estados de Facebook.

En dos días celebraremos  una  fecha más de la independencia de nuestro Perú, para ser exactos 197 años desde que el general José de San Martín, proclamó la independencia, recibió la bandera del Marqués de Montemira y exclamó las célebres e inmortales palabras: "El Perú desde este momento es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!"

La independencia es la afirmación del hombre que ha nacido en nuestro territorio y de su derecho al gobierno de lo propio. Es la reacción contra el mal funcionario, contra la norma injusta, contra el impuesto excesivo, contra el abuso de poder. Es una manifestación más del espíritu crítico en la vida intelectual, social, política. Es la oposición al sometimiento económico en función del interés de la Metrópoli. Es una manifestación de algo cercano a la madurez de esa comunidad que llamamos Perú.

“Yo amo a mi Perú” dicen algunos y sin embargo siguen pensando que todo lo que viene de fuera es mejor,  la comida, la ropa, las canciones, las bebidas y hasta el esposo, porque para mejorar la raza, algunas “peruanas de exportación” prefieren un gringo. Nos discriminamos entre nosotros y rendimos honores a corruptos de saco y corbata, algunos hasta terminan siendo  trapeadores de burócratas.

Somos un país tan rico, que a la vuelta de la esquina asesinan por robar un celular, entran a tu casa, violan a tu hija y se llevan todo. Mueren ancianos, niños y jóvenes al ser envestidos por vehículos conducidos por irresponsables en estado de ebriedad. El país es único en el mundo, a diario asesinan mujeres asfixiándolas, quemándolas, cortándolas en pedazos, a martillazos o de un solo plomazo. En esta sociedad que vivimos, las niñas y niños son violados en sus casas y en muchos casos por sus propios familiares. Es duro decirlo y escribirlo, pero el Perú está agonizando.

Añoro tanto aquellas paradas militares en donde era todo un espectáculo el desfile patrio.
Por eso, YO QUIERO UNA BUENA PARADA, pero solo me contentaré con una paradita sin final feliz…


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