Siempre me han gustado. Me emocionada cuando se acercaba el momento,
me ponía la mejor ropa y brincaba de alegría. Verlos me aceleraba el corazón
pero tocarlos me llevaba al éxtasis. Sí, las paradas militares en fiestas patrias,
era la fecha más esperada. ¡Me encantaba!
Perú, país en donde ser cholo y serrano es ser ignorante y asqueroso.
Donde la mujer de la selva es sinónimo
de fácil. Donde ser blanco y ser
“pituco” te da el derecho de denigrar al resto. Un país donde los políticos nos
roban y seguimos votando por ellos. Una
patria donde horroriza más los homosexuales que la corrupción. Si esto te
indigna, entonces todavía amas al Perú y a su gente.
Hoy tendremos la tradicional parada militar y por lo general todo se
desarrolla fenomenalmente, los estudiantes desfilan elegantes igual que sus
profesores, portan sus escarapelas y los militares con sus trajes rinden
homenaje a la bandera. Pero este año, nada será igual, la población no tiene
ningún tipo de motivación después de observar como descaradamente se
resuelven favores políticos y se revelan
audios que pone en evidencia la corrupción sin maquillaje, convirtiéndose todo
en un juego de quien roba más.
¿Amamos al Perú? Somos hipócritas, no se ama un país dos días al año,
por colgar una bandera por un mes afuera de tu casa y ponerte escarapela para
ir al trabajo o al colegio, eso no te vuelve un ciudadano que ama y respeta a
su patria. Amaremos al Perú cuando pensemos bien antes de emitir un voto,
cuando seamos capaces de actuar y expulsar a todos los corruptos y no solamente
indignarnos en estados de Facebook.
En dos días celebraremos
una fecha más de la independencia
de nuestro Perú, para ser exactos 197 años desde que el general José de San
Martín, proclamó la independencia, recibió la bandera del Marqués de Montemira
y exclamó las célebres e inmortales palabras: "El Perú desde este momento
es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la
justicia de su causa que Dios defiende ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad!
¡Viva la independencia!"
La independencia es la afirmación del hombre que ha nacido en nuestro
territorio y de su derecho al gobierno de lo propio. Es la reacción contra el
mal funcionario, contra la norma injusta, contra el impuesto excesivo, contra
el abuso de poder. Es una manifestación más del espíritu crítico en la vida
intelectual, social, política. Es la oposición al sometimiento económico en
función del interés de la Metrópoli. Es una manifestación de algo cercano a la
madurez de esa comunidad que llamamos Perú.
“Yo amo a mi Perú” dicen algunos y sin embargo siguen pensando que
todo lo que viene de fuera es mejor, la
comida, la ropa, las canciones, las bebidas y hasta el esposo, porque para
mejorar la raza, algunas “peruanas de exportación” prefieren un gringo. Nos
discriminamos entre nosotros y rendimos honores a corruptos de saco y corbata,
algunos hasta terminan siendo
trapeadores de burócratas.
Somos un país tan rico, que a la vuelta de la esquina asesinan por
robar un celular, entran a tu casa, violan a tu hija y se llevan todo. Mueren
ancianos, niños y jóvenes al ser envestidos por vehículos conducidos por
irresponsables en estado de ebriedad. El país es único en el mundo, a diario
asesinan mujeres asfixiándolas, quemándolas, cortándolas en pedazos, a
martillazos o de un solo plomazo. En esta sociedad que vivimos, las niñas y
niños son violados en sus casas y en muchos casos por sus propios familiares.
Es duro decirlo y escribirlo, pero el Perú está agonizando.
Añoro tanto aquellas paradas militares en donde era todo un
espectáculo el desfile patrio.
Por eso, YO QUIERO UNA BUENA PARADA, pero solo me contentaré con una
paradita sin final feliz…
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