Hey, tú. Sí, tú… la soñadora, atrevida y apasionada. La que
con frecuencia rompe las reglas y la que grita sin temor a quedar en ridículo.
La que se enfría y se quema con el fuego que decide tocar. La que ríe, llora y
disfruta del sexo. La que día a día trabaja para alcanzar sus sueños. La que
viaja sola o en compañía. La que toma decisiones. La que no es normal, sino
edición limitada. Sí, tú, sigue siendo feliz.
Ser mujer siempre ha sido símbolo de pureza y bondad, la
que cuida y ama su hogar, la sumisa, la muda, la buenita, pero sin embargo, la violencia contra ella es pan de cada día. Son más los silencios que las
verdades habladas, para algunas es más fácil quedarse callada, que denunciar por
miedo a ser nuevamente atacada salvajemente. ¡Esto en verdad, indigna!
Hoy 8 de marzo,
felicito y me saco el sombrero por esa mujer que lucha, que a pesar de ser
violada y engendrar un niño que podría causarle odio, sale adelante y lo ama
como a ninguno; aquella mujer que no necesita rogar a un hombre para se haga
cargo por la paternidad de un hijo; aquella mujer que a pesar de estar en una
sociedad machista es independiente, trabaja y crece. Ser mujer tiene un
significado completo, que va más allá del género.
El asunto es que hoy, es el Día de la Mujer,
pero no todas alcanzamos ese título, según la historia. El significado de ser
mujer es muy profundo, porque somos portadoras del privilegio de engendrar
vida, sin embargo, más allá de eso no todas por trayectoria calificamos en él.
No basta con pertenecer al género, sino ¿cómo lo has ganado? Yo no diría
“feliz día mujer” a la que abandonó a su hijo en la basura, a la que mató a
golpes a su hijo porque lloraba demasiado, la que es presa del vicio y no le interesa
salir adelante.
Nosotras somos más que una palabra,
nosotras somos la esencia, el delirio, el calor, el deseo, el poder y hasta la
gloria. Usamos tacones, vestidos cortos, sastres, ropa deportiva y pijama
para salir a la calle. Cocinamos, lavamos, planchamos y dirigimos una empresa,
un negocio propio y hasta llegamos al poder político. Hacemos de madre, esposa,
amiga y mujer. Mandamos a júpiter a un hombre cuando nos quiere menospreciar.
Ya no aguantamos infidelidades sólo por el miedo a quedarnos solas con 3 hijos
que mantener. Pensamos, opinamos, tenemos sexo y decidimos sobre nuestro
cuerpo. Ya no nos pueden señalar con el dedo, porque inmediatamente podemos
cortarles ese dedo, con el cuchillo más filudo que tengamos cerca.
Podemos ser los seres más angelicales
del planeta o ser el mismo engendro del diablo, por eso, todo depende del
pétalo con el que la toques. Hoy, es momento de tomar conciencia de la
importancia de este día en los derechos de muchas mujeres que murieron en el
intento de que su voz sea escuchada.
No felicites y des flores, sólo porque
es 8 de marzo. No felicites, si eres el
tonto que con sarcasmo pregunta: ¿Y por qué no celebramos el día del hombre?
No, pues…
Y si el día de la mujer
te emociona, entonces, haz tu tarea y piensa en qué te toca hacer en casa, en
el trabajo, en la sociedad, en todas partes. Haz algo, no celebres por
celebrar.
Feliz día a ti mujer, porque contigo, hasta el diablo
tiembla….
No hay comentarios:
Publicar un comentario